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lunes, 21 de marzo de 2016

ARQUITECTURA RENACENTISTA ITALIANA DEL CINQUECENTO: MIGUEL ÁNGEL BUONARROTTI

Miguel Ángel di Lodovico Buonarroti Simoni ( 1475, Caprese - 1564, Roma) nació en Caprese, un pueblo del territorio florentino, donde su padre, llamado Ludovico Buonarroti Simoni fue juez residente. Fue el segundo de cinco hijos varones que Ludovico tuvo con Francesca di Neri del Miniato di Siena.


Retrato realizado por Volterra

Unas semanas después del nacimiento de Miguel Ángel la familia regresó a Florencia, vivían de unas pequeñas rentas procedentes de una cantera de mármol y una pequeña finca que tenían en Settignano, pueblo donde Miguel Ángel había vivido durante la larga enfermedad y muerte de su madre; allí quedó al cuidado de la familia de un picapedrero.

Primer Periodo Florentino (1488-1496)

En 1488, después de superar la oposición de su padre, fue aprendiz de Domenico Ghirlandaio durante tres años. Más tarde Miguel Ángel intentó omitir este hecho para que pareciera que nunca había aprendido en un taller; porque fue él más que cualquier otra persona quien introdujo la idea de las "Bellas Artes" desconectando con la pintura anterior. Su estancia en el taller de Ghirlandaio también debió coincidir con su trabajo como escultor en el jardín de los Medici, donde se encontraba la colección de antiguedades clásicas seleccionadas por Bertoldo. Este trabajo le hizo entrar en el círculo de los Medici como un familiar más, según cuenta Vasari, quien dice que Miguel Ángel aprendió principalmente en el círculo de artistas de los Medici. Pero seguramente fue Ghirlandaio quien le enseñó la técnica del fresco, y es probable que fuera en su taller donde realizó los dibujos inspirados en los grandes maestros florentinos del pasado (copias de Giotto y Masaccio, ahora en el Louvre, en Munich y en Viena). Miguel Ángel realizó al menos dos relieves a los 16 años de edad, “La batalla de los centauros” y “La Virgen de la Escalera” (1489-1492), que muestran que él ya había alcanzado un estilo muy personal a una edad muy temprana.

Realmente a los 16 años mi mente era una batalla campal: mi amor por la belleza pagana, el desnudo masculino, estaban en guerra con mi fe religiosa. Una polaridad de temas y formas… unas espirituales, otras terrenales. He mantenido estos relieves sobre las paredes de mi estudio hasta hoy.“ (MAB)

En 1492 muere Lorenzo de Medici. Es entonces cuando Miguel Ángel realiza sus estudios de anatomía con la ayuda del Prior del Hospital de Santo Spirito, para quien realizó un crucifijo de madera que en su momento se colocó en el altar mayor de la Iglesia. Un crucifijo de madera encontrado allí, y que hoy se encuentra en la Casa Buonarroti, se ha atribuido al artista por algunos investigadores. Los siguientes años se caracterizaron por la expulsión de los Medici de Florencia y la Teocracia sombría creada por Savonarola, pero Miguel Ángel evitado lo peor de la crisis marchó a Venecia y después a Bolonia donde entre 1494 y 1495 ejecutó varias esculturas de mármol para el Arca  de Santo Domingo en la Iglesia del mismo nombre.

Primer Periodo Romano (1496-1501)

En 1495 viaja a Roma, y allí esculpió la primera de sus obras importantes, “la Piedad del Vaticano”, que completó con el cambio de siglo. En esta escultura muestra que había llegado a dominar la anatomía y los pliegues de los paños, pero por encima de todo muestra su maestría en la forma en la que representa a un hombre adulto sobre el regazo de una mujer dispuestos en una composición piramidal.

Segundo Periodo Florentino (1501-1505)

La Piedad le dio fama y volvió a Florencia en 1501, ya como famoso escultor, permaneciendo allí hasta 1505. Durante estos años estuvo muy activo, tallando el gigantesco David, La Madonna de Brujas e iniciando la serie de los Doce Apóstoles de la Catedral de Florencia que le fue encargada en 1503 pero que nunca terminó (el San Mateo que ahora se encuentra en la Academia es la única que realizó). Casi al mismo tiempo pintó el Tondo Doni de la Sagrada Familia con San Juan Bautista e hizo el tondo de mármol de la Virgen con el Niño.

Después de terminar el David en 1504, comenzó a trabajar en el gran fresco para el Salón del Consejo de la nueva República de Florencia, debía situarse junto al encargado a Leonardo da Vinci. Ambos frescos quedaron sin terminar y el grandioso proyecto de emplear a los dos artistas vivos más importantes para la decoración del Ayuntamiento de su ciudad natal quedó en la nada. Del fresco de Miguel Ángel, que representaría la batalla de Cascina, un incidente en la Guerra de Pisa, nos han llegado unos cuantos estudios y copias de un fragmento a gran escala. La escena, que se conoce como los bañistas, sirvió de inspiración durante muchos años a los artistas jóvenes de Florencia y, por su énfasis en el estudio del desnudo, se convirtió en referencia para la expresión de las emociones, ejerciendo una enorme influencia en el posterior desarrollo del arte italiano -especialmente Manierismo- y por lo tanto en el arte europeo en su conjunto. Esta influencia es más fácilmente detectable en su siguiente obra importante, el techo de la Capilla Sixtina. La batalla de Cascina quedó incompleta porque la Signoria de Florencia encontró más conveniente que Miguel Ángel cumpliera con la solicitud del Papa Julio II, que estaba ansioso por tener una tumba de acuerdo a su grandeza, aunque algunos defienden que Miguel Ángel se negó a seguir trabajando cerca de Leonardo, y que se produjo un choque de genios.

Segundo Periodo Romano (1505-1516)

La realización de la tumba de Julio II fue para Miguel Ángel una auténtica tragedia. Esto se debió a que Miguel Ángel y el Papa tenían el mismo temperamento ardiente -y en gran medida se admiraban mutuamente- y los enfrentamientos empezaron enseguida, pero también porque, después de la muerte de Julio II en 1513, estaba bajo la presión constante de los sucesivos papas para que abandonara sus obligaciones contractuales y trabajara para ellos, al tiempo que sufría la urgencia de los herederos de Julio, que lo acusaron de malversación de fondos. El proyecto original para la vasta tumba independiente con cuarenta figuras quedó reducido sustancialmente gracias a un segundo contrato en 1513, elaborado después de la muerte de Julio II; en virtud de este contrato, el Moisés, que era la principal figura de la tumba existente, quedó como una figura subsidiaria. Otras dos figuras, los esclavos que se encuentran en el Louvre, se realizaron en virtud de este segundo contrato, pero se abandonaron posteriormente. Se firmó un tercer contrato en 1516, que fue seguido por un cuarto contrato en 1532, y un quinto y último en 1542, según el cual quedó establecida la versión que existe hoy día, desgraciadamente alejada de la concepción original, y que se llevó a cabo en su mayor parte por los asistentes de Miguel Ángel bajo la supervisión del maestro. La obra no se encuentra en el Vaticano, siendo uno de los Papas que no está enterrado allí, sino en San Pietro in Vincoli, que era la iglesia titular de Julio II, y se inauguró en 1545. Tenía entonces Miguel Ángel 70 años y había pasado casi cuarenta años trabajando en la tumba.

En 1506 sus disputas con Julio II cesaron momentáneamente, éste había llegado a amenazarlo con la excomunión, y Miguel Ángel realizó una colosal estatua de bronce del Papa que el artista destruyó en 1511. 

En 1508 comenzó su obra más importante en Roma, el techo de la Capilla Sixtina en el Vaticano para Julio II, que, como de costumbre, estaba impaciente por verlo terminado. Insatisfecho con los métodos normales de trabajo y con las habilidades de los asistentes, Miguel Ángel determinó  ejecutar la totalidad de esta vasta obra prácticamente solo. Trabajando bajo unas dificultades terribles tal y como divertidamente describe en uno de sus poemas, la mayoría de las veces pinta tumbado boca arriba y nunca es capaz de conseguir estar lo suficientemente lejos del techo como para poder ver lo que estaba haciendo; completó la primera parte, la más cercana a la puerta, en 1510. La enorme empresa se completó en 1512, Miguel Ángel era entonces tan diestro que fue capaz de ejecutar la segunda mitad de forma más rápida y libre. Nada más terminarla fue reconocida como la obra suprema de la Historia de Arte, por encima del trabajo que Rafael realizó en  las Estancias del Vaticano. A partir de entonces Miguel Ángel fue considerado universalmente como el artista vivo más grande, a pesar de que tenía sólo 37 años y que aún vivían Leonardo y Rafael que era aún más joven. A partir de este momento, surge el mito del artista como un ser sobrehumano, diferente a los hombres ordinarios, y por primera vez se usó la frase 'Il Divino Michelangelo' sin que pareciera una blasfemia.

Tercer Periodo Florentino (1516-1534)

En 1516 Miguel Ángel regresó a Florencia. Su nuevo mecenas era el Papa León X, el hijo menor de Lorenzo de Medici, que había conocido a Miguel Ángel en su niñez; y que ahora le encarga completar la fachada de San Lorenzo, la iglesia de la familia Medici en Florencia. Miguel Ángel desperdició cuatro años en este trabajo y no llegó a nada. En 1520 comenzó la planificación de la capilla de los Medici, una capilla funeraria en honor a cuatro de los Medici, dos de ellos considerados los más gloriosos de su familia. La capilla está unida a la Iglesia de San Lorenzo. 

León X murió en 1521 y entonces el artista detiene el trabajo, no será hasta 1523 con la llegada al trono pontificio de otro Medici, Clemente VII, que se reanude el proyecto. El trabajo comenzó en 1524, al mismo tiempo que se le encarga el diseño de la Biblioteca Laurenziana en el claustro de la misma iglesia. Ambos edificios se consideran obras cumbres de historia de la arquitectura; pero la decoración escultórica de la capilla, que es parte integral de la arquitectura, nunca llegó a completarse.

En 1527, los Medici fueron expulsados de nuevo de Florencia, y Miguel Ángel, que era políticamente republicano a pesar de sus estrechos vínculos con los Medici, tomó parte activa en la guerra entre 1527-1529 en contra de los Medici (aunque en un momento de pánico durante 1529 huyó de la guerra), supervisado las fortificaciones florentinas hasta la capitulación en 1530. Durante los meses de confusión y desorden que siguieron a la guerra en Florencia, siendo proscrito por su participación en la lucha, parece que permaneció escondido con la ayuda del Prior de San Lorenzo. Una serie de dibujos en las paredes de la cripta oculta bajo la capilla de los Medici se han atribuido a él. Más tarde fue perdonado, y se puso a trabajar una vez más en la capilla hasta que, en 1534, abandonó Florencia y se instaló en Roma definitivamente.

Tercer Periodo Romano (1534-1564)

De inmediato recibió el encargo de pintar su siguiente gran obra, “El Juicio Final” en la pared del altar de la Capilla Sixtina. Comenzó a trabajar en él en 1536. En el intervalo se había producido el saqueo de Roma y la Reforma, y ​​la confianza y el humanismo cristiano neoplatónico del techo había cuajado en el pesimismo y el desaliento. La elección del tema es indicativo del nuevo estado de ánimo, como es el hecho curioso de que la boca del infierno se sitúa sobre el mismo altar donde, durante los servicios, se encuentra un crucifijo que simboliza a Cristo de pie entre el hombre y la condenación. Se dio a conocer en 1541 y causó una sensación solamente comparable a su propio trabajo de treinta años antes; fue la única de sus obras por la que fue tan denostado como alabado; escapó por muy poco de la destrucción, aunque no escapó de la mutilación que sufrieron muchas de las figuras desnudas al ser 'vestidas' después de su muerte. La mayor parte de las ideas de Manierismo se plasman implícita o explícitamente en el fresco y, más que nunca, exalta la grandiosidad del desnudo, el estudio de los escorzos y el retorcimiento de las poses . Pablo III, que había encargado la pintura, le pone a trabajar inmediatamente en dos frescos más para su propia capilla, la Capilla Paulina; éstos se comenzaron en 1542 y terminaron en 1550. Representan la Conversión de San Pablo y la Crucifixión de San Pedro.

Miguel Ángel tiene ya 75 años de edad. Tiempo atrás, entre 1538-1539, se pusieron en marcha los planes para la remodelación de los edificios que rodean el Capitolio, el centro cívico y político de la ciudad de Roma. El proyecto de Miguel Ángel no se inició hasta finales de la década de 1550 y no se terminó hasta el siglo XVII, el artista había diseñado una gran plaza de forma ovalada, con la famosa estatua ecuestre de bronce del emperador romano Marco Aurelio en el centro. 

Desde 1546 Miguel Ángel es cada vez más activo como arquitecto; fue nombrado Arquitecto Jefe de la Basílica de San Pedro y estaba haciendo más de lo que se había hecho durante treinta años. Fue la mayor empresa arquitectónica de la cristiandad, y Miguel Ángel lo hizo, como hacía todas sus obras, únicamente para la gloria de Dios.

En sus últimos años realizó una serie de dibujos de la Crucifixión, escribió gran parte de su poesía y realizó el tallado de la Piedad (ahora en Florencia) pensada originalmente para su propia tumba, así como la casi abstracta Piedad Rondanini. Esta última obra, en la que las formas de Cristo muerto se confunden con los de su madre, está cargada con una intensidad emocional que los contemporáneos conocieron como la 'terribilità' de Miguel Ángel. Estaba trabajando en ella poco antes de su muerte a los 89 años, sucedida el 18 de febrero de 1564.

Aspectos de su vida

A diferencia de cualquier otro artista anterior, Miguel Ángel fue objeto de dos biografías en vida. La primera de ellas la hizo Vasari, que concluyó la primera edición de su 'Vite' (1550) en vida del artista. En 1553 se publicó "Vida de Miguel Ángel” escrita por su alumno Ascanio Condivi, que se puede considerar casi una autobiografía, ya que estuvo promovida por en propio Miguel Ángel para corregir algunos errores de Vasari. Vasari, sin embargo, se acercó más al artista, del que se hizo amigo, siendo también su admirador más fiel, y esto se hizo patente en la segunda edición de la obra de Vasari (1568) publicada después de la muerte de Miguel Ángel. En ella nos da la biografía más completa de cualquier artista hasta ese momento, y es una guía fiable sobre la opinión que tenían sus contemporáneos del hombre que puede presumir de ser el más grande escultor, pintor y dibujantes que ha vivido, así como uno de los más grandes arquitectos y poetas. Miguel Ángel es el arquetipo del genio. Está enterrado en la Iglesia de la Santa Croce en Florencia.

En lo que respecta a su vida amorosa, Miguel Ángel nunca se casó, al igual que no lo hicieron ni Leonardo ni Rafael, y siempre se especuló con su posible homosexualidad, ya que su obra poética muestra numerosos sonetos dedicados a jóvenes cercanos a él, entre los que destaca Tommaso Cavalieri. Respecto a la relación con las mujeres, mantuvo una de carácter platónico con Victoria Colonna, mujer que fomentaba las artes y las letras en Roma, con la que intercambió numerosos sonetos y que le dejó sumido en el dolor a su muerte en 1547. Con ella había compartido, no solo su gusto por el conocimiento y la poesía, sino también un camino espiritual que le lleva a desarrollar una profundidad mística notable, que se verá reflejada en sus escritos.

Su Estilo

Miguel Ángel es, pues, la gran figura del Renacimiento, introducirá en Manierismo que será el enlace con el Barroco. Su principal interés estará en la escultura, y tratará a la arquitectura y a la pintura como si de esculturas se tratara.

El fresco puro era su técnica de pintura preferida; despreciaba la pintura al óleo, aunque una obra inacabada ahora autentificada: El Entierro, que se encuentra en la National Gallery, está realizada en óleo con una pintura de base al temple. Era éste, el temple, su principal técnica en la pintura exenta.

Pero como ya se ha dicho, será la escultura su empresa favorita, en ella plasmará su ideal de la libertad, sus sentimientos y su misticismo. Trabaja siempre con mármol rosa de Carrara. Sus características son: 
  • Dominio de las formas clásicas, el descubrimiento del Laoconte le marca profundamente.
  • Acentuación del movimiento, que le lleva al Manierismo.
  • Predominio del retrato.
  • Búsqueda del estudio anatómico, especialmente el masculino.
  • Monumentalidad de las figuras.
Domina tanto el relieve como el bulto redondo, que a veces deja inacabado (non finito). Su método habitual era delinear la figura en la parte delantera del bloque y, tal como él mismo escribió, "liberar la figura aprisionada en el mármol”, trabajando de manera constante hacia el interior, con detalles más acabados. De vez en cuando realizó bocetos de partes de una figura, y nos han llegado pequeños modelos de cera, así como uno grande, hechos como guía para los colaboradores que trabajan en las figuras de la Capilla Medici. Los cuatro esclavos destinados a la tumba de Julio II que se encuentran en la Academia de Florencia son un buen ejemplo de su técnica de talla directa y su uso consistente de varios tamaños de cincel. 


También han llegado a nosotros numerosos dibujos y bocetos para frescos.

OBRA:



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